
La llegada de la era digital ha cambiado casi todos los aspectos de nuestro día a día, desde la forma en que compramos, vamos al banco o buscamos pareja. Y lo mismo puede decirse del ciberacoso.
Obviamente, los tradicionales abusones de patio del colegio no han desaparecido. Sin embargo, en la actualidad los acosadores pueden ocultarse detrás de la pantalla del teléfono o el ordenador y hacerles la vida imposible a nuestros hijos las veinticuatro horas del día.
Además, ahora que los niños de todo el mundo dedican aproximadamente unas 4 horas diarias a sus dispositivos personales, el ciberacoso se ha convertido en un problema muy grave para los padres para el que no hay solución a corto plazo.
Librar las batallas de nuestros hijos es el primer impulso de cualquier padre. Sin embargo, una parte fundamental de su desarrollo consiste en aprender a detectar y a denunciar este tipo de conductas por sí mismos.
¿Qué es el ciberacoso?
El Centro de Investigación sobre el Ciberacoso define este fenómeno como el «daño intencional y recurrente que se inflige mediante el uso de ordenadores, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos».
El ciberacoso puede implicar el envío, la distribución o la publicación de contenidos perjudiciales sobre otros usuarios, así como la difusión de su información privada con fines maliciosos.
La principal diferencia entre los troles y los ciberacosadores es que estos suelen elegir como víctima a una persona que conocen del colegio o de algún otro sitio del mundo real. Las redes sociales y otras plataformas han permitido a este tipo de agresores proteger su anonimato y reducir las posibilidades de tener que responder de sus actos.
El ciberacoso puede producirse en el momento en que los usuarios interactúan a través de Internet, ya sea mediante foros, juegos, aplicaciones de mensajería o el correo electrónico. Sin embargo, es en las redes sociales donde este tipo de agresiones se han generalizado.
Una encuesta realizada a 10 000 adolescentes ha revelado que el mayor porcentaje de los casos de ciberacoso que se producen en estas plataformas tienen lugar a través de Instagram, seguido respectivamente de Facebook y Snapchat.
¿Qué señales pueden indicar que tu hijo está siendo ciberacosado?
Dado que solo un 40% de las víctimas que sufren esta clase de acoso acuden a sus padres en busca de ayuda, es esencial que seas capaz de detectar los signos de alarma para poder ofrecerle a tu hijo el apoyo que necesita.
Hay algunos síntomas que pueden indicar que tu hijo está siendo acosado por Internet, como el hecho de que no quiera ir al colegio, que haya perdido el interés en la tecnología, que se hayan producido cambios en sus hábitos de sueño o de alimentación o que haya empezado a mostrarse más reservado. Puedes consultar una lista más detallada de los cambios de comportamiento que suelen asociarse al ciberacoso en este artículo.

¿Cómo debes actuar si crees que tu hijo sufre ciberacoso?
Descubrir que tu hijo está siendo acosado a través de Internet es una situación angustiosa para cualquier padre. A continuación, te damos algunas pautas para ayudarle en estos momentos difíciles:
Mantén la calma
Puede que tu primer impulso sea romper a llorar o intentar canalizar la ira golpeando algún objeto, pero la mejor forma de ayudar a tu hijo es crear un ambiente relajado que le permita expresar sus sentimientos y sentirse escuchado.
Ofrécele apoyo y consuelo
Elogia a tu hijo por haber hecho lo correcto acudiendo a ti. Asegúrate de que comprenda que no está solo en esto y que siempre estarás ahí para hablar. También sería recomendable que compartieras con él alguna experiencia personal similar.
Evita prohibirle utilizar la tecnología
Algunos padres intentan solucionar el problema aplicando la máxima «ojos que no ven, corazón que no siente» y acaban prohibiéndole a sus hijos que utilicen el teléfono o el ordenador.
Sin embargo, esta decisión no es la mejor opción, ya que es posible que tu hijo sienta que le estás castigando y que ha hecho algo mal. Además, los niños suelen utilizar los dispositivos como un medio para mantenerse en contacto con sus amigos, y es fundamental que le animes a establecer relaciones positivas en esta situación tan complicada.
En lugar de prohibirle totalmente que use la tecnología, puedes plantearte la posibilidad de utilizar una aplicación de control parental como Qustodio para gestionar el tiempo que dedica a los dispositivos, supervisar su uso y pausar Internet con solo tocar un botón.
Insiste en que él no tiene la culpa de nada
Las víctimas del ciberacoso tienden a culparse a sí mismas con pensamientos del tipo «me ha elegido porque hay algo malo en mí». Explícale a tu hijo que no es verdad y que el único culpable de la situación es el acosador.
Asegúrate de conocer todos los hechos
Sin llegar a convertir la conversación en un interrogatorio, intenta determinar cuál es la gravedad del ciberacoso y hasta qué punto está afectando a tu hijo. En ocasiones, el comportamiento del acosador no parece tan grave a simple vista, pero puede tener un impacto devastador sobre la salud mental de los más pequeños.
Dale las herramientas que necesita para gestionar este tipo de situaciones
Suele decirse con frecuencia que la tarea de los padres no es criar a los niños en una burbuja de cristal, sino educarlos para que sean capaces de detectar y reaccionar ante el peligro. Nuestro objetivo en este sentido debería ser siempre ayudarles a desarrollar la confianza que necesitan para poder hacer frente a los desafíos que les plantea la vida.
En el caso del ciberacoso, eso implica enseñarles a denunciar este tipo de incidentes, recabar pruebas o bloquear a los acosadores por sí mismos.
Sin embargo, si tu hijo está recibiendo amenazas o el ciberacoso ha derivado en conductas autolesivas, es el momento de acudir a un profesional.
¿Cuándo debemos denunciar el ciberacoso a la policía?
Hay ocasiones en las que estos comportamientos van más allá de los motes y el troleo y entran en el terreno de lo delictivo. Si tu hijo ha sufrido alguna de las situaciones que enumeramos a continuación, te recomendamos que acudas a las autoridades.
- Ha recibido amenazas de carácter violento.
- Ha sido víctima de imágenes de abuso sexual de menores o ha intercambiado mensajes o fotos de carácter explícitamente sexual.
- Le han hecho fotos o le han grabado en vídeo en un lugar privado.
- El acoso se ha trasladado al mundo real o roza el delito de odio.
Cómo puedes ayudar a tu hijo a denunciar el ciberacoso
Asegurarte de que tu hijo sabe cómo denunciar cualquier tipo de incidente relacionado con el ciberacoso es una buena forma de ayudarle a desarrollar la confianza y la resiliencia, tanto en el mundo real como en el digital.
1. Aconséjale que no intente contraatacar o responder al acoso
En ocasiones, los ciberacosadores dicen cosas desagradables a los demás con el único fin de provocarles. Al responderles, tu hijo puede caer involuntariamente en su juego y empeorar la situación.
En su lugar, anímale a romper el círculo y asegúrate de que aprende a ignorar, silenciar o bloquear al acosador en las aplicaciones que suele utilizar.
Asimismo, también puedes enseñarle a cambiar la configuración de privacidad para que determinadas personas no puedan ver sus publicaciones ni su perfil.
2. Enséñale a recabar pruebas
La mayoría de las redes sociales exigen a los usuarios que acompañen su denuncia con algún tipo de prueba. Por eso, es importante que enseñes a tu hijo a realizar capturas de pantalla y a guardar los mensajes, las publicaciones, las imágenes y otro tipo de materiales que le permitan demostrar el alcance del abuso. Llevar un registro de las fechas y las horas también os ayudará a demostrar la frecuencia y la duración del acoso.
3. Sentaos juntos a revisar las normas de cada comunidad
Las normas de la comunidad son básicamente un conjunto de reglas que explican cómo se espera que actúen los usuarios de una plataforma. Normalmente, especifican qué comportamientos resultan aceptables y cuáles no, así como las consecuencias que pueden derivarse de su incumplimiento.
Acompañar a tu hijo mientras lee estas directrices puede ser una buena oportunidad para debatir cómo debemos comportarnos en Internet y por qué las acciones del ciberacosador violan las normas y las políticas de la plataforma.
Todas las plataformas importantes de Internet disponen de este tipo de reglas, incluidas Instagram, Facebook, Snapchat y (X) Twitter.
4. Enséñale a utilizar los mecanismos de denuncia
Afortunadamente, la mayoría de las plataformas en las que el ciberacoso es un riesgo real permiten denunciar este tipo de incidentes de forma relativamente sencilla. Aun así, te recomendamos que realicéis el proceso juntos, al menos la primera vez.
Antes de empezar, aseguraos de preparar las capturas de pantalla y otro tipo de pruebas, ya que se os pedirá que las adjuntéis para demostrar que la conducta del ciberacosador ha violado las condiciones del servicio.
Para facilitaros las cosas, a continuación encontrarás los enlaces a las páginas correspondientes de Instagram, Facebook, Snapchat y Twitter, donde podréis presentar vuestra denuncia.
- Reportar acoso o bullying en Instagram
- Reportar contenido en Facebook
- ¿Cómo puedo informar de abusos o contenido ilegal en Snapchat?
- La seguridad en X y el contenido delicado
5. Comprueba cómo van las cosas
Una vez que hayáis denunciado el ciberacoso, te recomendamos que hables periódicamente con tu hijo para ver cómo se encuentra. El impacto de estas conductas puede ser más sutil y duradero de lo que los padres pensamos.
Si es necesario, considera la posibilidad de acudir a un psicólogo o a un terapeuta para ayudar a tu hijo a gestionar las consecuencias que haya podido tener el acoso a nivel emocional.
¿Cómo puedes prevenir el ciberacoso en el futuro?
Aunque es imposible eliminar totalmente el riesgo, una buena forma de evitar que tu hijo sea víctima de estas conductas es asegurarte de que sabe cómo bloquear a otros usuarios y cómo denunciar el acoso.
La doctora Nicole Beurkens recomienda hablar abiertamente con los más pequeños para concienciarles de la importancia de ser amables con los demás en la Red. Aunque parezcan desenvolverse como pez en el agua en el mundo digital, nuestros hijos necesitan nuestra ayuda cuando tienen que enfrentarse a situaciones cada vez más complicadas y conflictivas en Internet.
Muchas familias optan por utilizar una aplicación de control parental integral como Qustodio para minimizar el riesgo de que sus hijos estén expuestos a algún tipo de comportamiento abusivo y ayudarles a desarrollar unos hábitos digitales saludables.
Qustodio te permite detectar cualquier posible señal de ciberacoso supervisando el historial de navegación de tu hijo, el uso que hace de las redes sociales y el resto de su actividad digital. También puedes reducir las posibilidades de que sea víctima de otras ciberamenazas configurando límites de tiempo en sus dispositivos, bloqueando las aplicaciones y los contactos problemáticos y mucho más.