Si nunca has probado TikTok, es fácil cometer el error de pensar que se trata simplemente de un espacio para compartir bailes y doblajes graciosos. Sin embargo, esta aplicación china, que en la actualidad es una de las redes sociales más populares del mundo, ha cambiado radicalmente la percepción que tenemos de estas plataformas, que han pasado de ser una mera herramienta para mantenernos en contacto con nuestros amigos y familiares a ofrecer una experiencia de carácter global.
TikTok es un servicio especializado en la reproducción de vídeos cortos en el que podemos encontrar prácticamente cualquier temática que podamos imaginar, desde los videojuegos y la comedia a la política y las manualidades. Su potente algoritmo ofrece una selección de contenido personalizada basada en los hábitos de reproducción del usuario, el número de «me gusta» que ha otorgado y el tiempo que ha pasado visualizando cada vídeo. Eso significa que la aplicación proporciona una experiencia única a cada persona, lo que puede contribuir a generar la falsa ilusión de que realmente es capaz de entender nuestros gustos personales. Es posible que una red social cuyo mayor atractivo reside en ser capaz de personalizar al detalle los vídeos de la cronología parezca relativamente inofensiva, pero el carácter adictivo de TikTok puede resultar difícil de resistir, y la plataforma conlleva una importante serie de riesgos para la seguridad de nuestros hijos que va más allá de las canciones virales, sobre todo si ya han entrado en la adolescencia.
¿Qué permite hacer TikTok a los adolescentes?
La página Para ti de TikTok utiliza un algoritmo para seleccionar el contenido que aparece en su cronología, de modo que cuanto más tiempo pasan nuestros hijos interactuando con un determinado tema —ya sea dejando comentarios, dando «me gusta», compartiendo enlaces o simplemente visualizando más tiempo un vídeo en concreto—, mejor puede analizar sus gustos y proporcionarles contenidos específicamente diseñados para mantenerlos enganchados. No hay ningún límite respecto al número de vídeos que puede reproducir cada usuario, lo que significa que los más jóvenes pueden seguir navegando por la aplicación hasta que se aburran —aunque muchas personas utilizan TikTok precisamente como un medio de entretenimiento para «escapar» del aburrimiento—.
Además de reproducir el contenido de su cronología, nuestros hijos pueden:
- crear y editar el contenido para añadir filtros, música, y efectos especiales;
- interactuar con los creadores dando «me gusta» a sus vídeos, compartiéndolos y enviándoles comentarios;
- seguirles para acceder a sus vídeos desde una sección independiente denominada «Siguiendo»;
- utilizar las herramientas de búsqueda para buscar vídeos sobre cualquier tema que se les ocurra;
- comprar los productos que promociona la plataforma en TikTok Shop;
- enviar mensajes privados, GIF, pegatinas y vídeos a través de los mensajes directos (siempre que sean mayores de 16 años);
- acceder al contenido de las retransmisiones en directo a través de TikTok LIVE.
TikTok: los riesgos que los padres deben tener en cuenta
Los mensajes directos
El sistema de mensajería directa de TikTok no está disponible para los menores de 16 años, y la aplicación establece automáticamente una serie de limitaciones en las cuentas de los adolescentes de entre 16 y 17 años; por ejemplo, únicamente pueden enviar mensajes a sus «amigos» (las personas cuyo perfil siguen y que también siguen su cuenta), a menos que los padres seleccionemos la opción No recibir mediante la función Sincronización familiar. En el caso de los adolescentes más mayores, sin embargo, las opciones de mensajería directa pueden aumentar considerablemente las probabilidades de que acaben intercambiando alguna clase de mensaje inapropiado (ya sea con el objetivo de practicar el sexting, mientras envían fotos a sus amigos o chateando con un desconocido). El hecho de que nuestros hijos añadan a alguien como amigo en TikTok no siempre quiere decir que sean amigos en el mundo real, ya que lo único que tienen que hacer para poder chatear con otro usuario a través de los mensajes directos es seguir su cuenta y conseguir que esa persona a su vez siga la suya. Una vez establecida una relación, cualquier desconocido puede chatear con ellos y viceversa, lo que puede provocar que nuestros hijos acaben expuestos a conversaciones inapropiadas o que la otra persona intente convencerlos de conocerse en el mundo real.
Además de los peligros que pueden conllevar las cuentas anónimas y los perfiles públicos, la función de mensajería directa de TikTok aumenta enormemente el riesgo de que los más jóvenes entren en contacto con algún ciberdepredador. Estos individuos pueden utilizar los mensajes directos para engañar a sus víctimas, ganarse su confianza y finalmente intentar acordar un encuentro en persona o solicitarles algún tipo de contenido de carácter explícito.
Los temas para adultos
Aunque infringen las Directrices de la comunidad de TikTok, y a pesar del sistema de moderación de la aplicación, siempre existe la posibilidad de que aparezcan vídeos inapropiados en la cronología de nuestros hijos, o mientras ven TikTok Live. El contenido que circula por la plataforma puede incluir temas con connotaciones sexuales, palabras ofensivas y debates sobre temas delicados, como el consumo de drogas o las conductas autolesivas.
Dado que la plataforma utiliza un algoritmo, cuanto más tiempo dedican nuestros hijos a ver este tipo de contenidos, más probabilidades hay de que estos temas continúen apareciendo en su cronología, y estas publicaciones suelen acabar en la página Para ti de los más jóvenes incluso sin buscarlas. Para un número nada despreciable de creadores de OnlyFans, TikTok actúa como un espacio en el que pueden publicitar sus servicios y sus perfiles para atraer a nuevos usuarios, lo que puede provocar que nuestros hijos se vean expuestos a materiales sexualmente provocativos sin ni siquiera haberlos buscado de forma activa.
Los usuarios de Tiktok son plenamente conscientes de las limitaciones de la aplicación y las directrices relativas al contenido. Para sortear el sistema de moderación o evitar que estos vídeos o comentarios sean borrados, muchos perfiles suelen utilizar un lenguaje secreto o modificar la ortografía de determinadas palabras (una jerga que suele denominarse «algospeak» y que tiene como único objetivo engañar al algoritmo; por ejemplo, algunos usuarios utilizan el término «corn» o el emoji 🌽 para referirse al porno porque ambas palabras se escriben de forma muy similar en inglés, o «unalive» —literalmente, «sin vida»— para hacer referencia a la muerte o al suicidio)
La desinformación y la proliferación de engaños
Uno de los aspectos positivos de TikTok es que nos permite acceder a diferentes puntos de vista y compartir experiencias con personas de todos los rincones del planeta, pero esta variedad también puede tener un lado negativo. La plataforma está llena de contenidos engañosos, incluida información falsa, vídeos manipulados y eventos simulados o sacados totalmente de contexto. Con la ayuda de la IA, hoy en día aún es más fácil para los creadores subir y compartir desinformación y propaganda, promover teorías de la conspiración o producir vídeos con el único objetivo de generar indignación u otras emociones negativas en los usuarios para monetizar su reacción, lo que les permite aumentar su número de visualizaciones y seguidores sin importarles el coste.
Las personas malintencionadas también pueden aprovecharse del anonimato que ofrece Internet para crear cuentas con el fin de falsificar su identidad, lo que genera todo tipo de oportunidades para engañar a los demás. La gente que quiere trolear o acosar a otros usuarios, los estafadores y los depredadores pueden crear fácilmente un perfil falso en TikTok, establecer todo tipo de relaciones y aprovecharse de la confianza de los más jóvenes para manipularles, extorsionarles o abusar de ellos.
La cultura de los influencers
Si tus hijos suben contenido a TikTok de forma regular, publicar vídeos y conseguir «me gusta» puede acabar convirtiéndose en una fuente de ansiedad para ellos y fomentar las comparaciones negativas. Es fácil obsesionarse con obtener la foto perfecta o con intentar generar la ilusión de que nuestra vida es mejor que la de los demás —o que somos más afortunados que ellos—.
Incluso si tus hijos no participan nunca de forma activa en TikTok o en las redes sociales, la misión de las plataformas no es solo compartir vídeos divertidos o servir como medio de entretenimiento, sino monetizar la publicidad, y los adolescentes son muy influenciables por las tendencias que ven en su cronología. La presión por hacerse con el último producto de moda no es nueva, pero las redes sociales alimentan nuestro miedo a quedarnos fuera de la conversación y contribuyen a impulsar aún más rápido este fenómeno, lo que significa que es posible que nuestros hijos les cueste más estar a la última (y que este objetivo tenga un mayor coste para su bolsillo, o para el nuestro).
La violencia
Aunque TikTok intenta moderar el contenido violento, y las Directrices de la comunidad especifican claramente la clase de contenidos que los usuarios pueden publicar, los vídeos de peleas, acrobacias peligrosas, ataques protagonizados por extremistas violentos, muertes y autolesiones aún siguen apareciendo en la cronología y sorteando los controles, lo que pone de manifiesto las limitaciones que ofrecen los filtros de IA de la plataforma.
Los desafíos virales también distan mucho de los bailes adorables que arrasan entre los usuarios. Muchos de ellos se dedican a promover comportamientos de riesgo (que el propio algoritmo de la plataforma se encarga a menudo de popularizar), y la posibilidad de que los más jóvenes acaben expuestos a modas peligrosas o intenten imitarlas constituye un problema importante, especialmente si tenemos en cuenta que el contenido que se comparte a través de las redes sociales cambia tan rápido que a los padres nos cuesta mantenernos al día de las últimas tendencias de la Red y los retos que se han hecho virales en TikTok.
El acoso y el doxeo
A menos que el creador desactive los comentarios en los vídeos o limite quién puede enviarle mensajes, los mensajes directos y las secciones de comentarios son el caldo de cultivo perfecto para acosar e intimidar a otros usuarios. Debido al carácter abierto de TikTok —que permite que cualquiera puede crear una cuenta y generar su propio contenido, el cual a su vez puede terminar siendo seleccionado por el algoritmo de otra persona—, los usuarios pueden reproducir vídeos y comentarlos desde cualquier parte del mundo, lo que significa que hay muchas probabilidades de que las secciones de comentarios tomen un cariz desagradable.
A menos que nuestros hijos desactiven esta función, TikTok también permite a otros usuarios «fusionar» vídeos. Eso significa que cualquiera puede coger el vídeo de otra persona y «reaccionar» a él, insertando comentarios o aportando su propia perspectiva sobre el contenido. Aunque esta opción puede ser una forma divertida de crear nuevos contenidos a partir de un vídeo anterior, también puede utilizarse de formas negativas o peligrosas, desencadenando una catarata de insultos o de odio hacia el creador original o difundiendo rumores sobre los clips que se muestran sin contexto. Ha habido casos en los que los usuarios de Internet le han vuelto la espalda a una marca o a un creador tras una reacción negativa a sus opiniones o al contenido que crean, lo que en ocasiones ha llegado a desatar una auténtica caza de brujas para buscar información sobre su vida personal (como la dirección de su casa, su trabajo o su puesto, o datos confidenciales, que pueden acabar siendo difundidos a través de la Red mediante una práctica denominada «doxeo»).
La dificultad para desconectar
TikTok está diseñado para mantener a los usuarios enganchados, ya que cuanto más tiempo permanezcan en la plataforma, más posibilidades habrá de mostrarles publicidad. El flujo infinito de contenidos que ofrece la aplicación hace que tanto a los niños como a los adultos les resulte difícil desconectar, lo que puede provocar que terminen abusando de los dispositivos. El formato breve de esta red social aumenta las probabilidades que los usuarios se vean absorbidos por la sucesión interminable de vídeos sin ser conscientes del tiempo que le dedican de verdad. En el caso de los usuarios más jóvenes, TikTok ofrece varias herramientas para gestionar el uso de la plataforma que permiten a los padres configurar un límite de tiempo diario y programar descansos periódicos.
La protección de los datos
TikTok ha sido objeto de numerosas críticas por su forma de recopilar y gestionar los datos de los usuarios, especialmente en EE. UU., donde las dudas respecto a la protección de la privacidad y el lugar de almacenamiento de los datos han llevado al gobierno a impulsar una ley para forzar la venta de la red social a una empresa nacional. Sin embargo, al igual que en el caso de la mayoría de las redes sociales, independientemente de dónde se obtengan los datos, siempre terminan siendo almacenados en un lugar diferente, lo que plantea un serio interrogante respecto a la protección de la privacidad y el impacto que esta puede tener sobre la huella digital de los usuarios más jóvenes.
TikTok recopila información personal sobre nuestros hijos, como su fecha de nacimiento y sus datos de contacto, así como datos relativos a la actividad de su cuenta en la red social, como sus «me gusta», sus comentarios y su historial de búsquedas. También registra otro tipo de información técnica, como la localización, la dirección IP y el tipo de dispositivo que utilizan. La plataforma se reserva el derecho a compartir estos datos con terceros, lo que multiplica los riesgos desde el punto de vista de la privacidad y la seguridad.
![2025-08-[Blog]-Update-TikTok-safety-guide_InsideImage Happy teens looking at phones together](https://static.qustodio.com/public-site/uploads/2020/06/23082353/2025-08-Blog-Update-TikTok-safety-guide_InsideImage.png)
Cómo proteger a los adolescentes en TikTok
Si tus hijos utilizan TikTok, o desean crearse una cuenta en esta red social, hay algunas medidas que puedes tomar para minimizar los riesgos al que están expuestos:
1. Establece unas normas y pautas claras
Utiliza un acuerdo digital familiar para especificar claramente las reglas en cuanto al uso que pueden hacer de la tecnología y las redes sociales y al mismo tiempo alcanzar entre todos cierto grado de consenso respecto al tiempo que pueden pasar delante de la pantalla, las interacciones que mantienen a través de Internet, la configuración de privacidad y las compras en las aplicaciones. Explícales lo que implica comportarse correctamente con el resto de usuarios, cómo deben gestionar los comentarios negativos en las redes sociales y a quién pueden acudir si ven algún contenido preocupante en la Red.
2. Utiliza los controles parentales y las funciones de seguridad
Utiliza la herramienta Sincronización familiar de TikTok para vincular tu cuenta con la de tus hijos; de este modo, podrás gestionar el uso de la aplicación, limitar el contenido al que pueden acceder, controlar quién puede enviarles mensajes directos (si decides permitirles utilizarlos) y mucho más. Aunque la funcionalidad Sincronización familiar te permite activar o desactivar las opciones de mensajería directa, no te avisará en el caso de que tus hijos intercambien algún mensaje preocupante. Qustodio incluye una función para supervisar este tipo de chats basada en la IA que te envía una alerta cada vez que reciben algún mensaje potencialmente preocupante a través de los mensajes directos de TikTok —desde contenidos sexuales a conductas de acoso— para que siempre puedas estar al tanto de todo.
3. Protege su información personal y su privacidad
Conciencia a tus hijos de la importancia de proteger su información personal. Haz hincapié en que nunca deben compartir datos como su nombre real, su edad, su localización, su dirección o información sobre su colegio ni en su perfil ni en los vídeos de TikTok. Discutid los riesgos que conlleva publicar contenido en Internet y vincular cuentas de servicios externos, como otras redes sociales. Asegúrate de configurar sus cuentas como privadas para limitar quién puede ver su contenido y contactar con ellos.
4. Aborda el tema de las compras en Internet
Explícales el riesgo que suponen las compras en las aplicaciones, la clase de estafas que suelen proliferar en las redes sociales y cómo pueden proteger sus datos de pago. Enséñales las técnicas que utilizan los influencers para promocionar productos e incentivar las compras impulsivas. Establece unas normas claras respecto al dinero que pueden gastar y considera la posibilidad de limitar o desactivar las compras en las aplicaciones de sus dispositivos.
5. Familiarízate con TikTok y con los contenidos a los que tus hijos están expuestos en la plataforma
Infórmate sobre el funcionamiento y las funciones de TikTok y el tipo de vídeos que el algoritmo puede proporcionarles buscando o interactuando con los temas que les interesan. Habla con ellos del contenido que les gusta ver y de cualquier duda o preocupación que tengas respecto a alguna moda o creador en concreto. Aunque no siempre resulta fácil mantenerse al día de las últimas tendencias, promover una buena comunicación con tus hijos sobre lo que tanto ellos como sus amigos ven en Internet puede ayudarte a entender qué vídeos pueden suponer un riesgo para ellos y cuáles son relativamente seguros.
6. Fomenta el uso equilibrado de la tecnología
Establece unos límites claros respecto al uso de TikTok (y de las redes sociales en general). Las herramientas de bienestar digital como Qustodio pueden ayudarte a controlar el tiempo que tus hijos pasan delante de la pantalla o a crear rutinas que les ayuden a desconectar bloqueando totalmente el acceso a esta aplicación o sus dispositivos, de modo que puedan alcanzar el equilibrio que necesitan y disfrutar de lo mejor de ambos mundos.
Mientras continúa la polémica en torno a la seguridad de las redes sociales, sabemos que actualmente estas plataformas —TikTok incluida— tienen un gran impacto en el modo en el que los adolescentes socializan y descubren el mundo. Las redes sociales pueden ser una buena forma de dar rienda suelta a su creatividad y de ayudarles a relacionarse con otros jóvenes de su edad, pero no están exentas de riesgos. Si te mantienes informado sobre las novedades que aparecen en este sentido, les enseñas a tus hijos a utilizar estas aplicaciones de una forma apropiada para su edad, estableces unos límites claros y favoreces una buena la comunicación con ellos, podrás ayudarles a desarrollar unos hábitos positivos en las redes que les acompañen a lo largo de toda su vida adulta.